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John Lenon biografia, Fotos, videos


Nació el 9 de octubre de 1940 en Liverpool, Reino Unido y falleció el 8 de diciembre de 1980 en New York .Su padre Alfred era marino mercante y su madre se llamaba  julia estos se divorciaron cuando el era muy pequeño y el quedo al cuidado de su tía Mimi Stanley de su tío George. John asistió a la escuela de Bellas Artes de su cuidad y allí conoció a Cynthia Powell quien se convertiría años mas tarde en su esposa. John interesado desde muy pequeño en la música formaría parte de varios grupos tales como The Quarry Men, Johnny & the Moondogs antes de formar el exitoso grupo THE BEATLES donde estuvo acompañados por algunos compañeros de su escuela como Stuart Sutcliffe.

En el año 1956 conoce a Paul Mc Cartney en una fiesta a quien invito a formar parte del grupo por que este podía tocar la guitarra, mas tarde se unieron a la banda George Harrison propuesto por Paul y Pete Best quien seria sustituido por Ringo Starr.

En su adolescencia asistió a la escuela de bellas artes, en donde conoció a Cynthia Powell, quien con el tiempo sería su esposa. Junto a Cynthia tuvieron un hijo, Julian Powell Lennon.

John siempre fue un fanático de la música habiendo tocado en distintos grupos como The Quarrymen, Johnny & The Moondogs y John & The Silver Beetles. Principalmente formados por compañeros de la escuela.

En 1956, después de tocar en una fiesta, conoció a Paul McCartney a quien rapidamente lo unió al grupo por saber tocar la guitarra y además afinarla. Un tiempo después él mismo le presentó a George Harrison quien también se unió. Y finalmente, después de terminar sus estudios, el baterista Ringo Starr pasó a formar parte del grupo llamado los Beatles.

Es conciderada una de las bandas mas influyentes del rock y del pop. Fundada en el año 1957 en el mismo lugar de nacimiento de John. Después de cosechar grandes éxitos por todo el mundo, la banda se disolvió en Abril de 1970.

En ese mismo año Julia Stanley, madre de John, murió atropellada por un automóvil manejado por un policía ebrio. Provocando un trauma para John.

En el año 1966 conoció a la artísta plástica japonesa Yoko Ono, con la cual compartió el resto de su vida. Pero este amor iba a ser contraproducente para los Beatles, ya que muchos fanáticos aseguran que fue una de las principales causas de la separación de la banda.

En 1970, luego de la disolución de la banda, John Lennon comenzó una carrera solista muy exitosa grabando temas como "Whatever Gets You Through The Night", "(Just Like) Starting Over", "Power to the People" y el tema considerado como un himno, "Imagine".

En sus discos contribuyeron para la grabación de algunos temas sus amigos como George Harrison, Billy Preston, Harry Nilsson, Elton John y David Bowie.


En 1962 comenzó un furor en Inglaterra por este Grupo “THE BEATLES” con su primer single Love me do y en ese año John se casa con Cynthia  y esperaban a su primer hijo Julián

En 1963 el Grupo graba su primer disco Please Please Me en  este mismo año conquistaron el mercado norteamericano con el disco With the Béatles. Luego de esto la fama del grupo crecía cada vez mas, transformándose en un fenómeno no solo musical sino social. 

En 1966 John conoce a la artista japonesa Yoko Ono que se convertiría en el gran amor de su vida y se divorcia de Cynthia para casase con Yoko.

En 1969 se produce la disolución del grupo hay quienes piensas que tubo mucha influencia en esta división la esposa de Lenon, Yoko. 

En 1970 tras la disolución oficial del grupo John empieza su carrera como solista con canciones que se convertirían en un clásico de todas las épocas. Como por ejemplo Mother, God, pacifista Imagine, how do you sleep? 

En 1975 Yoko da a luz al segundo hijo de Lenon y al único de la pareja  que llamaron Sean

En 1980 Lenon saca a la venta  Double Fantasy tras estar 5 años sin hacer ningún disco fue tal el éxito de este que graba Milk and Money que fuera su ultimo álbum.

El 8 de diciembre de 1980 es asesinado por un fan. Murió en brazos de su esposa Yoko. Y su homicida  Mark David Chapman se encuentra preso hasta el día de hoy

En 1975 Yoko dió a luz al único hijo de la pareja Sean Taro Ono Lennon. A partir de ese momento Yoko comenzó a ocuparse de los negocios y John se encargaba plenamente de su hijo. Confesó que en esos años abandonó la música por completo. Pero con el tiempo salieron a la luz algunas de sus composiciones grabadas en forma casera.

En 1980 sale a la venta su tan anciado disco llamado "Double Fantasy". El cual tuvo mucho éxito, tanto que decidió comenzar a grabar otro ese mismo año. La tarde del 8 de diciembre de 1980, a la salida de una de las grabaciones de ese disco, se encontró con un fanático llamado Mark David Chapman, quien después de pedirle un autógrafo le disparó 4 tiros que impactaron en su espalda. 


                               SU MUERTE

Cuando se analiza su muerte, inmediatamente surgen diversas hipótesis. Como en tantos otros magnicidios, aparece la duda, la desconfianza, se disparan las interpretaciones. ¿Fue obra de un demente aislado que en el fuego sagrado de su propia soledad elaboró el plan de un crimen horrendo? ¿Fue, acaso, un complot fraguado por esa clase de grupos, por esa especie de sectas que contemplan con desconfianza a los espíritus libres, como indudablemente lo era John Lennon? Son preguntas que eternamente quedarán flotando en el pozo negro de los misterios.
Los que opinan que la muerte de Lennon se debe a la acción solitaria de un único individuo se alinean con la versión oficial que han difundido las autoridades estadounidenses. Los que abogan por el complot proyectan sus acusaciones sobre una administración a cuyo frente se hallaba Richard Nixon, intransigente con todo lo que oliera a hippies, a impugnadores de la política militarista desarrollada en Vietnam y a apologistas de Fidel Castro, durante aquellas décadas considerado enemigo público número uno de Estados Unidos. Era una época en la que cualquiera podía ser considerado una manzana podrida. John Lennon era esa manzana podrida y su influencia entre los jóvenes resultaba nefasta para los intereses que desde el poder defendían los EE.UU. Ya en la Grecia Clásica, Sócrates fue juzgado y condenado a morir por considerársele un corruptor de jóvenes. Las canciones de Lennon podían resultar tan peligrosas como una plática filosófica o como una doctrina religiosa. Desde el poder alguien podría tener el pulgar inclinado hacia abajo. Y en ese caso, la suerte del ex–Beatles estaría ya decidida de antemano.

Sea como fuere, los hechos ocurrieron del siguiente modo:
El día 6 de Diciembre de 1980, Mark David Chapman había acudido al aeropuerto de Hawai y había cogido un vuelo con destino a Nueva York. Su semblante era apacible, tranquilo; pero por el interior de su cabeza resonaban unas palabras que le ordenaban algo terrible: ¡Mata, mata! Chapman había dejado su empleo de fotógrafo y de circunstancial detective privado en Hawai. Portaba consigo un leve equipaje. En su interior, oculta, un arma: una pistola del calibre 38 perfectamente cargada. Cuando Chapman llegó a la ciudad de los rascacielos sabía a qué dirección encaminarse: Manhattan, edificio Dakota. Caminó por las inmediaciones y observó. Tomó nota mental de entradas y salidas. Allí vivía gente famosa a la que buscar con los ojos, a la que retener en la mente, a la que rendir homenaje de admiración desde la distancia. Aunque Chapman no tenía ojos, sino para Lennon; no tenía mente, sino para escuchar el martilleo incesante de esa voz interna que le ordenaba matar; no pensaba en otro homenaje, sino en el que le iba a ofrecer a esa dama vestida de negro y con la guadaña en sus manos.

Dos días después de su llegada a Nueva York, Mark David Chapman ya había tomado una determinación. Sabía que el 8 de diciembre Lennon saldría de su casa entre las 5 y las 6 de la tarde. Chapman se paró en una tienda de discos. Compró el último ejemplar que había sacado al mercado el ex–Beatles tras cinco años de silencio musical, “Double Fantasy”. Necesitaba una coartada, alguna excusa que le permitiera acercarse al gran divo. Chapman llegó hasta la acera del Dakota House. El vigilante del edificio miraba desde el portal. Observaba a los transeúntes. Aunque sobre todo su mirada se quedaba prendida de dos o tres mujeres jóvenes que aguardaban la salida de John para pedirle autógrafos, y de Mark D. Chapman, otro fan, seguramente, puesto que portaba entre las manos un disco, el último disco de aquel inquilino tan popular que ya bajaba por el ascensor.

Cuando John Lennon y Yoko Ono accedieron a la calle, las dos o tres jóvenes casi se les echan encima. Portaban pequeños cuadernillos donde John pudiera estamparles su firma. Chapman también se acercó, aprovechando ese pequeño desconcierto. Estaba a un paso del cantante que había forjado con su música todos sus sueños, el dios ante el cual tantas veces se había arrodillado llorando de emoción y de gratitud por el bálsamo de sus mensajes. Podía tocarlo, contemplaba de cerca el vaivén rítmico y sosegado de su respiración. Tenía que averiguar si resultaba accesible, le alargó el disco, le hizo un ademán con los ojos, pidiéndole un autógrafo, sonriéndole con esa sonrisa helada que se le había quedado petrificada en el rostro desde el día en que decidió matar a su héroe, sacrificar a su dios, a un dios falso que le ponía afeites a la vida para que pareciera hermosa, embaucando a toda una generación de ilusos y reconduciéndola hacia el redil de una sociedad ordenada y tranquila. John Lennon firmó sobre aquel cuadrado de cartón plastificado y se lo devolvió al joven que se lo había tendido. Luego se giró hacia Yoko Ono y le cogió la mano para subir a la limusina que les esperaba aparcada junto al bordillo de la acera.

Cuando el coche desapareció por la avenida, Chapman ya había hecho varias comprobaciones. El vigilante de la finca se limitaba a vigilar la entrada, sin ejercer labores de guardaespaldas. Lennon atendía cuantas peticiones de autógrafos le solicitaban y su comportamiento con los desconocidos era distendido y confiado.
La caza, pues, había comenzado. Chapman era el cazador; John Lennon sería la víctima.

Chapman se apostó a pocos metros de la entrada de la finca. Todo cazador sabe que la espera es uno de los componentes de la caza. Si te precipitas, si te exhibes demasiado, levantas sospechas y fracasa el plan. Chapman sabía hacer las cosas. Extrajo de uno de sus bolsillos un ejemplar del libro: “The catcher in the Rye” y paseó su mirada una y otra vez por sus renglones. Al dios Lennon, le había sustituido en el alma de Chapman el autor de este libro, J.D. Salinger. En sus páginas, el hombre que acariciaba el revólver de calibre 38 oculto en uno de sus bolsillos, había encontrado la auténtica verdad. En esta obra se hablaba sin tapujos de la muerte de la inocencia, de las mentiras de los ideales, del rostro verdaderamente podrido de la sociedad. Cada línea que leía le servía a Chapman para ratificarse en sus propósitos de matar a quien él consideraba como el gran embaucador.

Cuando la limusina de Lennon regresó eran ya las 11 de la noche. Su asesino lo había estado esperando 5 horas. El coche se había detenido y Lennon puso sus pies en el suelo. Chapman arrojó sobre la zona ajardinada el disco que había mantenido cogido todo el tiempo de espera. Sin perder ni un segundo, se dirigió a toda velocidad hacia donde se hallaba el cantante. Antes de que éste pudiera darse cuenta, Chapman le descerrajó 5 balazos por la espalda. Uno le entró directamente en los pulmones, otro le dio en la cabeza y un tercer disparo lo hirió en un brazo. Esos tres tiros hicieron blanco en aquel que tanto odiaba Chapman, lo libraban de una pesadilla que se le había vuelto insoportable. A la humanidad, en cambio, la privaban de una voz comprometida con la paz, con la libertad, con los ideales y con los más hermosos proyectos. La voz de John Lennon quedó apagada para siempre; su obra futura, la que aún estaba por escribir, se fue rodando al hoyo de las frustraciones.